jueves, 18 de agosto de 2011

¿Cómo anda tu auto-imagen?





La imagen que tenemos de nosotras mismas está basada en un sistema completo de imágenes y sentimientos que hemos ido juntando sobre nosotras . Es decir: es el modo en que te ves y te sientes en lo profundo del corazón de tu personalidad. Y esto es lo que eres y lo que llegarás a ser.

Los tres componentes esenciales para una imagen propia sana son:
I. Pertenecer – Ser amado por alguien, “pertenecer” a alguien
II. Valer – Soy de valor para alguien y tengo algo para ofrecer a alguien
III. Ser competente – Soy capaz de hacer

Hay cuatro fuentes que contribuyen a formar esta imagen propia:

1) El mundo exterior:
De este mundo exterior vemos imágenes y sentimientos sobre nosotros mismos reflejados en los “espejos” de los miembros de la familia. Por la manera en que somos tratados, se nos cuida y se nos quiere, y el lenguaje de las relaciones que aprendemos cuando vamos creciendo.

2) El mundo interior:
Esto es el “equipo físico, emocional y espiritual que traemos al mundo. Es decir nuestros sentidos, nuestra capacidad para aprender, registrar, responder. El factor espiritual es la tendencia básica hacia el mal, esa inclinación hacia lo malo que llamamos pecado. No nacemos “neutros”, sino ladeados en dirección al mal. Y en esto la Biblia es muy clara cuando nos dice que somos pecadores y compartimos la responsabilidad de lo que somos y de lo que seremos.

3) Satanás, con todas las fuerzas del mal
Satanás usa nuestros sentimientos de baja autoestima como un arma terrible en los tres papeles que él juega: Mentiroso (Jn.8: 44); Acusador (Ap.12: 10) y el que ciega nuestra mente (2 Co.4: 4) De esta manera impide que los hijos de Dios realicemos a pleno nuestro potencial.

4) Dios y su Palabra
Al acercamos a Dios y a su Palabra nos apartamos de la enfermedad y nos dirigimos a la cura.

Desarrollemos la imagen de nuestro valor a partir de Dios, de esta manera:
Hagámonos las siguientes preguntas:
¿Puedo despreciar o rebajar a alguien a quien Dios ama tan profundamente?
Cuando desprecio su creación estoy fallando en comprender lo mucho que Dios me ama y lo mucho que significo para Él
¿Puedo despreciar o rebajar a alguien a quien Dios ha honrado de modo tan grande?
Me ha llamado Hija de Dios (1 Jn.3:1)
¿Puedo despreciar o rebajar a alguien a quien Dios estima de modo tan alto?
Dios me evalúa de modo tan alto que ha dado la vida de su propio Hijo querido para redimirme
¿Puedo despreciar o rebajar a alguien para quien Dios ha hecho una provisión tan abundante?
“Dios suplirá todas vuestras necesidades (Fil 4:19)
¿Puedo despreciar o rebajar a alguien a favor del cual Dios ha hecho planes tan cuidadosamente?
“...antes de la fundación del mundo nos escogió para que fuéramos en Cristo sus hijos santos e inmaculados, viviendo bajo su cuidado constante... (Ef. 1:3-5)
Voy a escuchar la opinión que Dios tiene de mí, y dejaré que Él ponga esta nueva idea en mí, hasta que su amor forme parte de mi vida y hasta lo más profundo de mis sentimientos.
¿Puedo cooperar con el Espíritu Santo para lograrlo? SÍ!!!
Debo pedirle a Dios que me detenga cada vez que voy a rebajarme
Cuando alguien me felicita por algo que he hecho, diré “Gracias, me alegro que le haya gustado” y no mis acostumbradas expresiones despectivas, rebajándome.
Dejaré que Dios me ame, dejaré que me enseñe a amarme a mi mismo y a amar a otros.

Te desafío que entres en el proceso curativo, para que puedas mantener la cabeza erguida como hija de Dios mismo.

TU VALES MUCHO PARA EL ¡¡¡¡¡¡ Dios te bendiga preciosa....

¿CÓMO CONSEGUIR UNOS BUENOS ABDOMINALES?





Cuando la gente empieza a hacer ejercicio para estar en forma uno de los objetivos importantes son los abdominales. Quizás en el caso de las mujeres es alisar la zona y en los hombres marcar los músculos.

Si practicamos ejercicio de una forma moderada pero constante podremos tener una musculatura abdominal desarrollada y bien tonificada, pero si lo que queremos es lucir músculos, que se hagan evidentes, entonces debemos hacer desaparecer la capa de grasa que normalmente está instalada en esa zona con ejercicios complementarios de gimnasia aeróbica y manteniendo una dieta baja en calorías.

Cuando por fin decidimos ponernos en forma, quitarnos esa grasa de encima y fortificar nuestro cuerpo dándole forma a la musculatura, debemos ser conscientes de lo que hacemos y no pretender estar perfectas en poco tiempo.

¿Qué es lo que debemos hacer?
Es bueno proponerse objetivos a corto plazo, ya que para perder bastante peso o endurecer músculos que están muy desentrenados pasará tiempo. No será fácil ni rápido ver conseguidos tus objetivos, por eso plantéate resultados al final de cada sesión de gimnasia o al finalizar la semana.

No matarnos físicamente haciendo cientos de abdominales cada día, ya que según los especialistas los músculos abdominales necesitan tiempo para ir endureciendo y formándose.

Siempre hacer los ejercicios correctamente, según el consejo de un técnico y después de hablar con él sobre cuáles son nuestros objetivos, de esta forma evitaremos cualquier tipo de lesión y trabajaremos de la forma adecuada, ya que el especialista sabrá cuales son nuestros principales frenos físicos y nos ayudará a superarlos.

Seguir una dieta equilibrada, sin grasas ni dulces para eliminar en primer lugar toda el tejido graso de la barriga, ya que para poder lucir unos buenos abdominales el porcentaje de grasa debe estar por debajo del diez por ciento.

Tener paciencia y ser constante es sin lugar a dudas la clave del éxito para conseguir si no un cuerpo diez, sí un cuerpo bien tonificado y bonito.

Debemos indicar también que hay que tener cuidado con practicar estos ejercicios las personas que tienen problemas de espalda, en cualquier caso, antes de practicarlos es conveniente consultar con el médico.

¿Cómo debemos realizar los ejercicios?

· Tumbados en el suelo, colocamos las manos detrás de la nuca, como sujetando la cabeza y flexionamos las piernas apoyadas sobre el suelo. Levantar la espalda del suelo lentamente y aguantar así durante tres segundos. En este ejercicio notaremos especialmente cómo duele el abdomen al hacer fuerza para mantener levantada la espalda del suelo. Hacer siete flexiones, descansar y repetir de nuevo.

· Otro ejercicio para fortalecer los abdominales consiste en tumbarse en el suelo. Los brazos extendidos hacia atrás, flexionamos las piernas y las levantamos, después elevamos suavemente las caderas del suelo, manteniendo esta posición unos segundos. Bajar las piernas y volver a repetir el ejercicio siete veces, descansar y repetir.
Dios te bendiga

¿Es perdonada una persona que se suicida?




Muchos de nuestros países establecen que una persona que alcance un estado de desesperación tal que decida suicidarse, está "médicamente demente".

Los "expertos" alegan que si una persona no sabe la diferencia entre el bien y el mal, esa persona no puede cometer un delito ni puede pecar deliberadamente.

Esta es la razón por la que la defensa más común usada por los abogados defensores de criminales es la "demencia". (¡Qué fácil sería. Declararse loco y no tener que afrontar las consecuencias por sus errores!)
Este es el caso de los Francotiradores del área de la capital estadounidense. Dos musulmanes que asesinaron a sangre fría a más de una docena de inocentes. Ahora sus abogados alegan que ambos estaban "dementes" cuando lo hicieron.

Pero la realidad es que existen casos en que un demente clínico sí se puede suicidar y no podríamos juzgar nosotros los hombres si este es un pecado ante Dios. Ya sabemos que ante el hombre no lo es.

Sin embargo, la Biblia, aunque no nos dice específicamente qué sucede a una persona que se suicide, sí nos dice el suicidio es un pecado. Es un pecado porque el suicidio es un pecado que no ha sido confesado ante Dios y es un pecado que no se le ha pedido al Padre que lo perdone en el nombre de Jesús. Es un pecado que el pecador no tuvo tiempo de, EN VIDA, confesarlo, arrepentirse y pedir perdón por él.

Una persona que decida suicidarse pensando que Dios le perdonará porque tal vez Dios entienda las razones extraordinarias que motivaron el suicidio en realidad está tomando un riesgo inmenso. Esa persona está apostando a la ruleta rusa con su destino eterno.

Los líderes cristianos nos vemos enfrentados con situaciones difíciles como estas cuando se nos pide que oficiemos un sepelio de una persona que se suicidó. ¿Qué decirle a la familia? ¿Cómo darles esperanzas? ¿Cómo ser consistente con la Palabra y al mismo tiempo sensible al dolor de la familia del suicida?
La verdad es que cualquier líder religioso que asegure a la familia de un suicida que esta persona está en el cielo, ¡Está mintiendo! Ninguna persona puede garantizar que un suicida alcanzó la salvación.
Cuando hacemos daño a nuestro cuerpo, estamos haciendo daño al "templo del Espíritu Santo, que es nuestro cuerpo".
La misericordia de Dios es para siempre, pero nosotros, los líderes religiosos no somos administradores de esa misericordia.

La Palabra es enfática:
"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a él mentiroso y su palabra no está en nosotros." 1 Juan 1:9-10
La palabra clave en estos enfáticos versículos es "confesar". Para confesar se necesita una decisión VOLUNTARIA y se necesita ESTAR VIVO para tomar esta decisión.

En Éxodo 20:13 se nos dice: "No matarás". Eso incluye no matar a su propia persona. Cuando nos matamos a nosotros mismos, cuando nos suicidamos, nosotros estamos pecando contra uno de los principales y más prominentes mandamientos en toda la Biblia.

¿Es el suicidio un "pecado de muerte"?
Si morimos sin haber confesado un pecado como este, que es un pecado de muerte, podemos casi garantizar que no alcanzaremos el cielo después de haberlo cometido.
"Si alguno ve a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida. Toda injusticia es pecado, pero hay pecado no de muerte." 1 Juan 5:16-17
Aquí la Palabra nos dice que hay pecados que son de muerte, lo que significa que son pecados que tan pronto los cometemos, estamos separados de Dios y por tanto, hasta no arrepentirnos de ellos y confesarlos, hemos perdido la salvación y en caso de morir mientras estamos en estos pecados, no alcanzaremos el cielo.

No tengo ninguna duda de que matar, cometer adulterio, cometer fornicación y otros del tipo, son pecados de muerte. Cuando usted se suicida, usted ha cometido un "pecado de muerte" contra usted mismo.



EL GOZO DE SER MUJER



En la sociedad contemporánea, las mujeres cristianas se enfrentan con dificultades para llegar a tener una personalidad femenina formada por el carácter cristiano. ¿Cómo puede la mujer cristiana moldear su carácter de tal forma que su feminidad no se vea alterada ni por el feminismo ni el machismo?

Pautas en la formación del carácter femenino

En la sociedad contemporánea, las mujeres cristianas se enfrentan con dificultades para llegar a tener una personalidad femenina formada por el carácter cristiano. Las presiones recibidas por la personalidad
femenina han aumentado mucho en los últimos años. Esto se debe al hecho de que parte de la ideología del movimiento feminista aboga por un cambio de personalidad en las mujeres
(se supone que este cambio les permitirá competir más equitativamente con los hombres).
Aunque este aspecto del movimiento feminista no parece haber tenido una aceptación universal, sí ha transformado el tema de la personalidad femenina en algo mucho más debatido.

INSEGURIDAD Y DEPENDENCIA
Principalmente, la feminidad cristiana es un problema especial para tres tipos de mujeres.
El primer tipo es el de la mujer que se caracteriza por ser muy insegura y dependiente. La mujer de esta clase ha sido pasada por alto a menudo por los cristianos, ya que muchos consideran su tendencia hacia la sumisión, la auto degradación y el gran deseo de ayudar a otros como equivalentes a las virtudes de caridad, humildad y el espíritu tierno y sereno. Sin embargo, es fácil reconocer sus dificultades, pues son frecuentes en ella la infelicidad y la insatisfacción personal, amén de tener una gran tendencia a buscar ayuda.
A pesar de esto, serán pocos los cristianos que vean estas dificultades como problemas de su carácter cristiano, aunque su ansiedad, falta de fe, de gozo, de confianza y de fortaleza personal no sean rasgos del carácter cristiano que le atribuyen.

MASCULINIZACIÓN
El segundo tipo de mujer para quien la feminidad cristiana es un problema especial es la masculinizada. Estas son aquellas que han aprendido a comportarse o a reaccionar de una manera que es más apropiada para un hombre que para una mujer. A pesar de que el desarrollo psicológico básico haya sido normal en su identificación como mujeres, han aprendido o han sido formadas de una manera masculina. Tienden a ser más inexpresivas y más distantes en su forma personal. A menudo son duras y agresivas, por lo que parecen mandonas. Aunque no usen ropas masculinas, su estilo al vestirse es, generalmente, masculino. Con frecuencia tienen intereses parecidos a los de los hombres.

La mujer masculinizada tiene su paralelo en el hombre feminizado. De la misma manera, no debe confundirse masculinización con masculinidad, mujer hombruna y lesbianismo. Masculinidad es una cualidad natural del hombre, siendo la contrapartida de feminidad; el ser hombruna es un problema en el ajuste sicosocial femenino que corresponde a la afeminación masculina; y el lesbianismo se refiere a la preferencia sexual de la mujer por otras mujeres, el cual puede o no estar asociado con ser una mujer hombruna.
A veces las mujeres se masculinizan por falta de confianza en que serán aceptadas como mujeres. En otros casos, sin embargo (y quizás sea esta la razón de mayor importancia), se masculinizan porque sienten que los roles y actividades masculinos son tenidos por más importantes y proveen de mayor seguridad que los roles y actividades femeninos. Frecuentemente, este sentimiento puede desarrollarse a una edad temprana.

Finalmente, hay veces en que las mujeres parecen masculinizarse debido a la experiencia de competir con hombres en situaciones que son predominantemente masculinas en su contexto o en sus normas de vida. La mujer de carrera, la profesional, tiene reputación —no siempre justificada— de estar masculinizada. Así como los niños parecen feminizarse en situaciones sociales en las que predomina el contacto con mujeres, las niñas parecen masculinizarse en situaciones dominadas por hombres.

¿PERSONALIDAD FEMINISTA?
El tercer tipo de mujer para quien la feminidad cristiana es un problema especial es aquella cuya conciencia de sí misma es un resultado del movimiento feminista. De acuerdo con la teoría feminista, esta mujer es una nueva persona, formada socialmente para llegar a ser igual a los hombres. Sin embargo, los observadores, se inclinan, con frecuencia, a ver esta «nueva persona» con mayor ira personal que las demás mujeres (frustración, resentimiento, amargura) y a menudo con una agresividad que no es apropiada ni para un hombre ni para una mujer cristiano. Frecuentemente, las mujeres de este tipo muestran ser extremadamente competitivas, y en especial con los hombres, lo que indica que su nueva confianza está más basada en los logros personales (en tareas y situaciones conocidas tradicionalmente como masculinas) que en su paz interior y su confianza en ser mujeres.

Cualquiera que sea la dinámica interna de la «nueva personalidad feminista», muchas feministas tienen un carácter que no está formado de acuerdo con el carácter cristiano básico, tanto para hombres como para mujeres, y menos de acuerdo con los aspectos específicos del carácter cristiano femenino.

Decir que hay defectos producidos por el feminismo en muchas mujeres no implica que las feministas estén equivocadas en todo lo que dicen. Por ejemplo, su énfasis en la seguridad femenina tiene algo por lo cual merece ser reconocido: Muchas veces se les ha enseñado a las mujeres a ser inseguras, y esto conduce a que sean ineficaces en algunas de sus responsabilidades. Sin embargo, el tipo de seguridad que fomentan las feministas está basado, con frecuencia, en la premisa de que las mujeres están tratando de salirse con la suya (una característica que nunca ha estado ausente en las mujeres o en los hombres). Muchas veces, esta seguridad está caracterizada por el enojo y la hostilidad.

Sin embargo, las mujeres cristianas podrían muy bien aprender a ser más agresivas, no indiscriminadamente, pero en forma selectiva; especialmente en las situaciones en las que se lo exigen sus responsabilidades. Otro énfasis feminista que es potencialmente valioso es el de que las mujeres controlen sus emociones y sean más firmes en la forma en que responden a cada situación. Esta puede ser una expresión del autocontrol cristiano, aunque no debe hacerse de manera tal que elimine la calidez tradicionalmente asociada con las mujeres cristianas.

EL VALOR DE SER MUJERES

Existe una serie de áreas cruciales que se deben tratar con éxito si se va a formar eficazmente a las mujeres para que tengan un adecuado carácter cristiano femenino. Una de las áreas más importantes en nuestra sociedad es que las mujeres aprendan lo valioso de ser mujer. Las mujeres se sienten —frecuentemente— relegadas o de menor valor porque en nuestra sociedad se valoran más los logros masculinos, y es común que se coloque a las mujeres en situaciones en las que no hay diferencias en la manera en que se evalúa a los hombres y a las mujeres.

La situación actual es inusual, a pesar del punto de vista opuesto que presentan a menudo las feministas. Las mujeres de otras épocas no han dado las señales de insatisfacción por el hecho de ser mujeres que manifiestan las mujeres modernas. La mayoría de las sociedades —no todas— han valorado y respetado a las mujeres, y han expresado esta valoración y respeto de maneras bien específicas. Las mujeres han sido conscientes de que estaban subordinadas, pero la subordinación —tanto para los hombres como para las mujeres— no se experimentaba como algo degradante, que es la manera en que se la suele considerar en la sociedad contemporánea.

Se ha producido un cambio cultural masivo en esta área, un cambio que ha producido una insatisfacción interior en las mujeres. El entrenar a las mujeres para que compitan exitosamente con los hombres probablemente no hará más que aumentar esta insatisfacción, en lugar de eliminarla. Sólo se eliminará esta insatisfacción cuando las mujeres puedan experimentar que se las aprecia y valora justamente por ser mujeres, y distintas de los hombres.

LOS HOMBRES DE LOS CUALES SE PUEDE DEPENDER

Una segunda área que es crucial para la formación del carácter de las mujeres es la de la confianza. El «espíritu tierno y apacible» que debe caracterizar a las mujeres según las Escrituras, es fruto de la confianza. En contraste, las mujeres de hoy se caracterizan por la ansiedad. Están ansiosas por sus propias vidas y por la manera en que las afectarán a ellas y a los demás las circunstancias de la vida. Esta ansiedad puede manifestarse por medio de mucha agresividad y un gran deseo de imponerse —de «hacerse valer»—, pero el problema central es la falta de confianza.

La mujer cristiana que quiere aceptar su rol como tal debe reemplazar su ansiedad y falta de confianza por la experiencia de saber que puede depender de otras personas —especialmente de hombres— al saber que tomarán la responsabilidad de aquellas áreas en las que ella deposita su confianza en ellos.

EL RESPETO POR EL ROL DE LA MUJER

Nuevamente, al igual que en la formación del carácter cristiano masculino, la restauración de una estructura social cristiana es un factor clave en la formación del carácter cristiano femenino. Las mujeres necesitan tener un rol claro, que puedan aceptar y cumplir, y necesitan realizar tareas concretas que las hagan sentirse más seguras de sí mismas y en cuyo desempeño sepan que se las valora por lo que están haciendo. Los demás deben respetar este rol femenino y, en especial, los hombres. Este respeto debe ser algo que las mujeres puedan percibir. Las mujeres deberían ser respetadas precisamente por ser mujeres.

En una situación como la de la sociedad contemporánea, en la cual se tiende a no valorar el rol de las mujeres, es muy importante que se restauren las expresiones de respeto conectadas con los roles sociales. Desde la perspectiva cristiana, la verdadera dignidad de las mujeres no se basa en su habilidad de hacer lo mismo que los hombres. Por el contrario, su dignidad está basada en el valor que tienen precisamente por ser mujeres, distintas de los hombres e igualmente valiosas en esa diferencia, haciendo contribuciones que el hombre no puede hacer.

LAS MUJERES CON LAS MUJERES

Las relaciones entre mujeres son asimismo importantes en el área de la formación del carácter cristiano femenino. Puede ser que estas relaciones no sean tan importantes como lo son para los hombres, pero no dejan de ser importantes. La relación madre-hija es un buen instrumento para desarrollar eficazmente la feminidad cristiana en las niñas. Si una niña ve que su madre está contenta con el hecho de ser mujer y que quiere ser femenina, tendrá mucha más confianza interior en el rol femenino.

También es importante que se restablezcan fuertes relaciones con otras mujeres. Las mujeres de la comunidad deberían apoyarse entre sí y trabajar juntas con un espíritu de hermandad. Al igual que las niñas, las nuevas cristianas desarrollan mucha más confianza en la feminidad cristiana si pertenecen a un grupo de mujeres cristianas, y si otras mujeres cristianas que están más maduras en su fe les ayudan en su formación, tal como la exhortación de Tito 2.

FORTALEZA EMOCIONAL

Finalmente, se debe liberar a las mujeres de una excesiva dependencia emocional en los hombres. La dependencia emocional es distinta de la dependencia social. Las mujeres dependen socialmente de los hombres cuando hay tal interdependencia de funciones que necesitan de ellos para poder vivir o trabajar de una manera determinada. La interdependencia social es muy importante en el correcto desempeño de los roles de los hombres y las mujeres.

El que alguien sea emocionalmente dependiente indica que esa persona necesita, en su interior, cierto tipo de apoyo emocional para poder funcionar emocionalmente bien. Es inevitable —y bueno a la vez —que haya cierta dependencia emocional. Pero cuando las relaciones son correctas deben producir una fuerza emocional que haga disminuir la dependencia en este campo.

A menudo la mujer siente una gran dependencia emocional del hombre —ya sea el novio, el marido o un hijo—. Las madres tienden a aferrarse a sus hijos varones, las novias se centran emocionalmente en sus novios, y las esposas buscan, constantemente, tener más compañerismo y atención de parte de sus maridos y se resienten cuando no lo consiguen. Las mujeres modernas no hacen esas cosas porque lo hayan decidido conscientemente. La sociedad occidental moderna está estructurada de tal manera que la única esperanza de tener apoyo personal que tiene la mujer es el tener un hombre que la convierta en el centro de su vida.

Para que esta situación cambie es necesario que lo hagan primero los patrones sociales así como el punto de vista sostenido por el medio, el cual hace que una mujer sienta que la única relación realmente satisfactoria es la relación con un hombre que sea su hombre. Es cierto que los maridos son importantes en la vida de sus mujeres, pero una dependencia emocional excesiva hace que a menudo sea difícil para ellos, aun para los maridos muy delicados, satisfacer a sus mujeres. Las mujeres solteras no deberían estar constantemente concentradas en encontrar un hombre. Si las mujeres han de lograr una feminidad cristiana confiada y responsable, necesitan tener una cierta libertad emocional respecto de los varones. Dios las bendiga..













Mensaje a las Esposas de Esposos ocupados

Siempre hay dos lados de la moneda, y es hora de que veamos la otra cara del asunto.
Este artículo ha estado dominado por la perspectiva femenina, no sólo porque su
punto de vista es más válido y significativo, sino porque es mal comprendido por la
mayoría de los hombres. He escrito todo un libro, What Wives Wish Their Husbands
Knew About Women, con el propósito de hacer conocer a los hombres algunas de esas
frustraciones. Sin embargo, los esposos tienen sus propios reclamos legítimos, también.
De modo que prepárense, señoras. Ahora me voy a enfrentar a ustedes.

Estas severas palabras las voy a dirigir a la esposa de un buen hombre, al que llamaré Federico. Quiere a Bárbara y a sus hijos. ¡De veras! Literalmente daría su vida por ellos si fuera necesario. No bebe. Nunca ha fumado. No tiene compulsión por el juego. No tocaría a otra mujer en ninguna circunstancia. Se levanta todas las mañanas y marcha al trabajo, soportando quizás un trabajo tedioso y servil durante cuarenta y cinco años. Trae el salario a casa y hace lo mejor que puede por estirarlo para que alcance todo el mes. Vive de acuerdo con un código moral que resulta notable en una época tan deshonesta como ésta. Paga sus impuestos correcta y puntualmente, y jamás ha levantado de la oficina ni un alfiler. No le pega a los niños ni patea al perro ni flirtea a la viuda del frente. Es tan predecible como el amanecer, y estoy seguro de que Dios le reserva un sitio del otro lado.
Pero el buen Federico tiene una grave falla. Fue criado en una época en que a los varones se les enseñaba que debían reprimir sus pensamientos y sus sentimientos. “A los niños no se les debe ver ni escuchar”, decían sus padres. No recuerda jamás que lo hayan abrazado o alabado, y todos saben que los varones no deben llorar. De modo que Federico aprendió bien su lección. Se volvió tan duro como los clavos y tan silencioso como las ostras, pero al hacerlo, perdió contacto con sus emociones. Ahora, no puede ser espontáneo ni afectuoso, no importa cuánto se esfuerce. Simplemente no le sale. Y la mayor parte de sus pensamientos permanecen enterrados y reprimidos.
Uno podría esperar que Bárbara aceptara a Federico tal como es, ya que lo conocía antes de que se casaran. Más aún, su actitud reservada era la que lo hacía tan atractivo cuando estaban noviando. Siempre parecía tan fuerte, tan controlado, en comparación con su propia emotividad impulsiva. Pero ahora Bárbara está harta de su esposo tan poco romántico. Está profundamente airada porque no se comunica con ella, y continuamente lo regaña por sus supuestos “fracasos” como esposo. El no puede hacer nada bien, y ella se ocupa de hacer que ambos se sientan miserable el año redondo.
Hagamos más concreto aun el ejemplo. Federico y Furiosa Bárbara son una combinación bastante frecuente de temperamentos. He visto cientos de esposos y esposas en esa misma situación. Muchos hombres, no sólo aquellos que fueron enseñados a reprimir sus emociones, encuentran difícil armonizar con las emociones de sus esposas. No pueden ser lo que sus esposas quieren que sean. Pero en lugar de considerar al hombre como una totalidad, afirmando sus cualidades positivas como contrapeso de sus “flaquezas”, las esposas se concentran en los elementos faltantes y permiten que sea eso lo que domine la relación. Está casada con un buen hombre… ¡pero no es lo suficientemente bueno!

Sólo los hombres que están casados con semejantes mujeres saben qué miserable puede tornarse la vida. El rey Salomón tenía al menos una mujer inconforme en su harén, porque escribió “Mejor es morar en tierra desierta que con la mujer rencillosa e iracunda” (Proverbios 21:19). Más tarde se refirió a la insatisfacción de esta mujer como “gotera continua” (Proverbios 27:15). ¡Tenía razón! Una mujer enojosa vocifera, delira, llora y se queja. Su depresión es perpetua y echa a perder las vacaciones, los feriados y los meses en medio. Puede, a modo de venganza, negarse a cocinar, limpiar, o cuidar de los niños. El esposo entonces enfrenta el tremendo desafío de llegar a una casa desordenada y encontrar a una mujer amargada y airada los cinco días de la semana. Y lo triste de esta historia es que a menudo él es incapaz de ser lo que ella quiere que sea. Él ha intentado seriamente reordenar su naturaleza básica en cinco o seis oportunidades, pero no ha logrado nada. Un leopardo no pierde las manchas, y un hombre poco romántico, poco comunicativo, simplemente no puede transformarse en un conversador sensible. La desavenencia matrimonial es insalvable.
La esposa deprimida da vueltas en su mente a la posibilidad del divorcio. Día y noche considera esta alternativa, y pesa las desventajas en relación a una única ventaja: escapar. Se preocupa por el efecto que el divorcio pueda tener sobre los niños, se pregunta si será capaz de mantenerlos, y desea no tener que decírselo a sus padres. Da vueltas y vueltas a los pro y a los contra. ¿Debo o no hacerlo? Siente a la vez atracción y repulsión por la idea de separarse.
Esta etapa contemplativa me recuerda una clásica película documental que se lanzó en los primeros tiempos del cine. El camarógrafo captó un hecho dramático que ocurrió en la Torre Eiffel. Allí, cerca de la punta misma, estaba un ingenuo “inventor” que había construido un par de alas a semejanza de los pájaros. Las había atado a sus brazos con el propósito de usarlas para volar, pero no estaba totalmente convencido de que pudieran funcionar. La película lo muestra caminando hacia la rampa y mirando hacia abajo, para luego retroceder, y volver a avanzar. Después se paraba sobre la rampa, pero volvía otra vez hacia la plataforma. Aun con una cámara tan primitiva, la película logró captar la lucha interna del potencial volador. “¿Debo o no debo hacerlo? Si las alas funcionan seré famoso. Si fallan, voy hacia mi muerte”. ¡Qué aventura azarosa!
El hombre finalmente subió, se soltó del arco, y se balanceó adelante y atrás en un increíble instante de su destino. Luego saltó. La última escena se tomó con la cámara apuntando directamente hacia abajo mientras el hombre caía como una pedrada. Nunca intentó siquiera aletear en su camino al suelo.
En algunos sentidos, el ama de casa deprimida es como el hombre sobre el borde. Sabe que su divorcio es un salto peligroso e impredecible, pero quizás podría henchirla con la libertad de un pájaro. ¿Tendrá el coraje de saltar? No, sería mejor quedarse en la seguridad de la plataforma. Por otro lado, podría ser el escape tan largamente añorado. Al fin de cuentas, todo el mundo lo hace. Avanza y retrocede en medio de su confusión… y a menudo se lanza.
¿Qué le ocurre entonces? Mi observación es que sus “alas” no le brindan el respaldo prometido. Después de agobiantes trámites legales y la lucha por la custodia de los hijos y por instalarse convenientemente, la vida regresa a su monótona rutina. Y qué rutina. Tiene que conseguir un trabajo para mantener el hogar, pero sus destrezas laborales son escasas. Podría trabajar en un bar, o como recepcionista, o vendedora. Pero para cuando le pague a la niñera (si es que consigue una), le queda muy poco dinero para darse algún gusto. Su nivel de energía es aun más escaso que su dinero. Llega a la casa exhausta, sólo para encontrarse con las necesidades apremiantes de los niños, que la irritan. La suya es una existencia áspera.
Entonces observa a su ex-esposo, que la lleva mucho mejor. Gana más dinero que ella, y la ausencia de los niños le da mucha más libertad. Lo que es más, (y este es un punto importante), en la sociedad tiene mucho más prestigio ser un hombre divorciado que ser una mujer divorciada. Él a menudo encuentra una nueva amante más joven y más atractiva que su primera esposa. Los celos arden en la mente de la divorciada, que se encuentra sola, y seguramente, otra vez deprimida.
Esta no es una historia inflada para desalentar el divorcio. Es un esquema típico. He observado que muchas mujeres que buscan el divorcio por esas razones (no por infidelidad), lamentarán de por vida su decisión. Sus esposos, cuyas buenas cualidades reaparecen a la larga, empezarán a parecer nuevamente muy atrativos. Pero estas mujeres ya han dado el paso sobre el borde… y tienen que entregarse a las fuerzas de la naturaleza.
El divorcio no es la respuesta al problema de un esposo ocupado y una mujer solitaria. Aunque el mundo secular se haya vuelto liberal en su actitud hacia la estabilidad del matrimonio, las pautas bíblicas siguen siendo válidas. ¿Quiere saber exactamente qué piensa Dios del divorcio? Él ha dejado bien claro su punto de vista en Malaquías 2:13-17, especialmente en relación a los esposo que andan buscando un nuevo entretenimiento sexual:
Pero ustedes aún hacen más: inundan de lágrimas el altar del Señor, y lloran con grandes lamentos porque el Señor ya no acepta sus ofrendas. ¿Y aun preguntan ustedes por qué? Pues porque el Señor es testigo de que tú has faltado a la promesa que le hiciste a la mujer con quien te casaste cuando eras joven. ¡Era tu compañera, y tú le prometiste fidelidad! ¿Acaso no es un mismo Dios el que ha hecho el cuerpo y el espíritu? ¿Y qué requiere ese Dios sino descendientes que le sean consagrados? ¡Cuiden ustedes, pues, de su propio espíritu, y no falten a la promesa que le hicieron a la esposa de su juventud! El Señor Dios de Israel, el Todopoderoso, dice: “¡Cuiden, pues, de su propio espíritu; pues yo aborrezco al que se divorcia de su esposa y se mancha cometiendo esa maldad!” El Señor ya está cansado de escucharles; y todavía ustedes se preguntan: “¿Qué hemos dicho para que se haya cansado de escucharnos?” Pues ustedes han dicho que al Señor le agradan los que hacen lo malo, y que está contento con ellos. ¡Ustedes no creen que Dios sea justo! (VP)
Si el divorcio no es la solución, ¿qué puede decirse a favor de la mujer que está emocionalmente insatisfecha? Primero, es bueno que ella identifique la verdadera razón de su frustración. Es cierto que su esposo no está respondiendo a sus necesidades, pero dudo que los hombres jamás hayan respondido a las mujeres como ellas esperaban. ¿Acaso cien años atrás, cuando el granjero llegaba del campo preguntaba: “Cómo te ha ido hoy con los niños”? No, era tan indiferente a la situación de su esposa como lo es Federico a la situación de Bárbara. Entonces, ¿cómo sobrevivió la esposa del granjero, en tanto que Bárbara anda caminando por las cornisas? ¡Parece que la diferencia entre ambas se encuentra en la ruptura de las relaciones entre las mujeres! Cien años atrás, las mujeres cocinaban juntas, envasaban conservas, lavaban la ropa juntas en el arroyo, oraban juntas, enfrentaban la menopausia juntas, y envejecían juntas. Cuando nacía un bebé, las tías, abuelas y vecinas estaban allí para mostrarle a la nueva mamá cómo cambiar, cómo alimentar y cómo disciplinar a su hijo. El contacto femenino proveía enorme respaldo emocional. En realidad, una mujer nunca estaba sola.

Pero la situación es muy distinta hoy en día. La familia extendida ha desaparecido, privando a la esposa de esa fuente de seguridad y compañerismo. Su madre vive en otra ciudad, y su hermana mucho más lejos. Más aun, las familias en los países más desarrollados se mudan cada tres o cuatro años, lo que impide establecer amistades duraderas en el vecindario. Además, hay otro factor que rara vez se reconoce: las mujeres norteamericanas y las mujeres modernas en general, tienden a ser económicamente competitivas y recelosas unas de otras. Muchas ni siquiera considerarían invitar a un grupo de amistades hasta que su casa esté adecuadamente pintada, amueblada o decorada. Como dijo alguien: “¡Trabajamos duro para tener casas lindas en las que nunca hay nadie!” El resultado es el aislamiento, y con él su pariente directo: la soledad.
Cuando se priva a la mujer del respaldo emocional significativo que llega desde fuera del hogar, se traslada una enorme presión a la relación conyugal. El hombre entonces se torna la fuente primaria de conversación, expansión, compañerismo y amor. Pero su esposa no es su única responsabilidad. Él enfrenta una enorme presión en el trabajo, tanto interna como externa. Su autoestima depende de cómo maneja su negocio, y la posición de la familia entera depende de su éxito. Para cuando llega a casa, le queda muy poco con lo cual estimular a su solitaria esposa… aun si la entendiera.

Permítame hablarle claramente a la esposa del marido ocupado y poco comunicativo: usted no puede depender únicamente de este hombre para satisfacer todas sus necesidades. Se sentirá constantemente frustrada por la imposibilidad de él para responderle. En cambio, usted debe establecer una red de mujeres amigas con quienes conversar, reír, afligirse, soñar y recrearse. Hay miles de amas de casa a su alrededor que tienen las mismas necesidades y experiencias. Ellas estarán buscándola cuando usted inicie su búsqueda. Anótese en grupos de gimnasia, en pasatiempos, en actividades de iglesia, en estudios bíblicos, en clubes de ciclismo, en lo que sea. Pero por todos los medios resista la tentación de encerrarse en las cuatro paredes de una casa, sentada en el trono de la auto conmiseración, esperando que su príncipe llegue en el caballo blanco.
Con frecuencia, la característica más irritante de un hombre es un subproducto de la cualidad que su esposa más admira. Quizás sea frugal y mezquino, cosa que ella detesta, pero que le ha dado éxito en los negocios, cosa que ella admira enormemente. Quizás esa actitud tan atenta a las necesidades de su mamá, que a su esposa la irrita, sea otra dimensión de la misma actitud que guarda hacia su propia familia. En el caso de Federico, su controlada estabilidad ante las crisis, que fue lo que atrajo inicialmente a Bárbara, está relacionada con su falta de espontaneidad y pasión en tiempos más sosegados. El punto que quiero señalar es éste: Dios le ha dado a su esposo el temperamento que tiene, y usted debe aceptar esas características que él no puede cambiar. Después de todo, él tiene que hacer lo mismo respecto a usted. “No lo digo porque tenga escasez, porque he aprendido a contentarme, cualquiera sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses 4:11-13.

Por el doctor James Dobson

martes, 16 de agosto de 2011

Ups!! Qué pasa cuando nos enteramos que hay otra mujer?



Una se vuelve esclava a la relación y da todo para que sea estable y llena de amor. Pero cuando una se entera que existe otra mujer, la noticia impacta y todo se derrumba. Esto duele!, una piensa que nó va a salir de esta, que fue lo peor que le ha podido suceder. Es cuando se empieza a cuestionar, Surgen preguntas y la principal es ¿Porqué si yo lo di todo? igual nunca vamos a encontrar la respuesta que nosotros queremos escuchar. Ya que la relación de pareja es de dos y por ende nosotras también cometemos errores ( no me refiero a la infidelidad) si no que las esposas debemos ser un todo para su pareja. Es decir, esposa amiga, compañera, confidente y amante. Eso significa que fallamos en alguno de estos pasos.

¿Pero cuando hacemos todos?, aún es más impactante la desilusión y la impotencia que se siente; es inmenso y en un momento dado, se nos olvida que existimos como personas, que tenemos autoestima, valores, cualidades, una moral y lo mejor dignidad como mujer. Sin darnos cuenta ponemos a nuestra pareja en un altar y dejamos a Dios en segundo plano. Por eso nos estrellamos y gritamos, peleamos con Dios y decimos porqué a mí me pasooo!!!

Una mañana me arrodillé y dije con lágrimas en mis ojos: “Dios, perdoname si el día que me uní con este hombre no te consulté si era de tu agrado, el hombre que tú me tenías escogido, si es así restaura mi hogar y si no es para mí llévatelo lejos y sana mi corazón, dame paz interior, fortaleza y no permitas que sea avergonzada nunca más. Ayúdame a perdonarlo por este engaño y mentira. Bendícelo cada paso que dé”.

Se que Dios espera que tomemos la decisión de hablar con el y que sea El quién nos guie al paso a seguir Cuando una se aferra a Dios, se siente el poder y el fuego que fluye en nuestras vidas. Toma la fuerza y voluntad para seguir adelante!…

Realicé una autoevaluación y miré en que estaba débil, observe que mi autoestima estaba baja no quería comer ni salir, mucho menos hablar con alguien. Me mire al espejo y dije: “esa mujer de sufrimiento muere!, porque Dios me tiene para grandes cosas”

Empecé a arreglarme a quererme y busqué más de Dios. Una no se da cuenta de los cambios que tiene pero la gente sí… y es cuando llevamos la gracia de Dios con nosotros nos ven diferentes.

NOTA: Si terminan una relación es para que sea definitivo. No llames a tu ex con algún pretesto de tus hijos, o por algo insignificante. Deja que Dios actue, si es para tí él volverá arrepentido y bajo la dirección de Dios. De lo contrario abrira otra puerta para que vuelvan a herir.

Mujeres se que es duro, pero cuando un hombre toma la decisión de dejarnos y cambiarla es mejor aceptar la realidad y ver las cosas bellas que Dios tiene guardado para cada una. Déjale esa carga a Dios él es nuestro abogado. Tu serás exaltada y tendrás la victoria en Cristo Jesús porque aquellos que nos hicieron daño no tendrán paz ni felicidad.

La “otra mujer” no queda con tu esposo, porque Dios no bendice esa unión.

Él más tarde reconocerá que el dejarte no fue la mejor decisión… Sé una verdadera esposa sin perder tu escencia de mujer. Amén Amén


LA PERMANENCIA DE UNA RELACIÓN DAÑADA ????




La mayoría de relaciones dañadas que persisten en seguir ahí, tratan de mostrar otra cara al mundo, a su entorno, a sus amistades y a su familia, viven un infierno de infidelidades, malos tratos, violencia, física, psicológica y emocional, pero los tabús y el qué dirán, las apariencias, los intereses, la comodidad, los temores, les hacen ponerse una máscara de felicidad, de conformidad para hacerles creer a los demás que están muy bien, sin embargo a los únicos que engañan son a ellas mismas…


Por desgracia así permanecen por muchos años y tal vez por el resto de su vida, aceptando vivir con angustía, hartazgo, desesperación, tristeza, dolor, sufrimiento y eso es lo único que van heredando a las generaciones posteriores..


Muchas veces se pone de pretexto a los hijos, la familia y la única realidad de esto es su gran inseguridad y temor al cambio a enfrentar la vida de una manera distinta..



Los prejuicios sociales que en ocasiones llevan a permanecer en una relación que ya no funciona son tan arraigados que las parejas prefieren vivir odiandose, o ignorandose haciendo vidas por separado, solo guardando apariencias por “respeto” a la familia, a su circulo social, aunque en realidad solo ell@s mismos se engañan, ya que sus vivencias estan tan expuestas que todos se percatan de la frialdad de la relación o las infidelidades tan sabidas que simplemente tratan de ignorarse, pero que son casi públicas…



Existen situaciones donde el hombre o la mujer permanecen “amando” y odiando a su pareja a su lado por que no pueden vivir con ellos ni sin ellos, y se crean confusiones, dicen estar hartas, pero permanencen en esa relación por temor a sufrir la separación, y permanecen en constante sufrimiento sin permitirse buscar otro rumbo a sus vidas..



En ocasiones la mujer acepta las infidelidades de su pareja solo aceptando que no sea tan descarado y comentando “de la puerta hacia afuera mi marido es un hombre y el sabra lo que hace, mientras en mi casa no falte nada, todo esta bien” …..que gran error, en su hogar falta respeto, amor, calidad de vida, honestidad, fidelidad, lealtad, comprensión, etc.. y tristemente se pasan años en ese juego del “yo se, pero hago que lo ignoro, por que si le reclamo o lo acepto será más descarado o cínico y después como sigo en la relación”…



Existen mujeres que ACEPTAN hasta a los hijos de la otra relación donde les fueron infieles, con tal de que su pareja no las abandone, y hombres que reconocen a hijos de sus mujeres que les han sido infieles con el único fin de “conservar su familia”…



En las relaciones dañadas también se aceptan los abusos físicos y hasta violaciones tanto a la pareja como a hijos, en casos extremos callando estas situaciones que como una bola de nieve cada vez crecen más, ya que el abusador va incrementando su grado de insatisfacción por que necesita sentirse mas fuerte a cada momento y como su víctima va incrementando su tolerancia de dolor y sufrimiento llegan al punto que ese tipo de violencia o abusos son normales en su relación y si en alguna ocasión el abusador no actua para maltratar, la víctima se siente ignorada, esos hábitos de conducta aprendidos, se van haciendo cotidianos y se acostumbran a vivir bajo ese esquema de vida…


Es mejor arriesgarse y vivir bien a aceptar vivir mal el resto de tu vida… Nada es seguro, nada te asegura que siempre estará esa pareja a la que le aguantas tanto, se puede apartar de tu vida en cualquier momento por cualquier circunstancia, por decisión propia o tal vez por deceso, pero mientras tanto la vida que tienes la desperdicias viviéndola mal, con dolor..


Hay que atreverse a buscar la propia felicidad, el amor en nosotros y para nosotros, si no te amas permitiras abusos, malos tratos, infidelidades, y aceptaras la limosna de amor o caiño que deseen darte, valorate y arriesgate a vivir con una mejor calidad de vida, es mejor tu rpopia compañia que la de alguien que te daña y te lastima…...
Dios continue bendiciendoles....

domingo, 14 de agosto de 2011

QUÈ ME HIZO FALTA?.....


Hace poco hice un ejercicio de reflexión y encontré que algunos errores que cometí en mi vida cuando era joven se debieron fundamentalmente a: Ignorancia, falta de accion, falta de enfoque, falta de sabiduria y falta de guia.

Ignorancia
Porque no había información y yo no tenia los medios para buscar ayuda profesional


Falta de acción

Porque aun sabiendo lo que tenia que hacer no lo hice. Pereza le puedo llamar a esto.


Falta de enfoque

Quería hacer tantas cosas que no me enfoqué en lo más importante. Es más como quería tantas cosas al mismo tiempo ni siquiera pude ver lo que era más importante.

Falta de sabiduría

Cuando somos jóvenes la mayoría de la sabiduría viene de Dios y de nuestros padres, porque aun no la hemos acumulado. Sino aceptamos que necesitamos sabiduría no la vamos a encontrar.


Falta de guía

Relacionado a los dos últimos puntos. No tuve suficiente guía, no sabia que no la tenia y no la busque y si me la dieron la rechacé.


Todo esto es una receta para darse golpes antes de llegar a la meta deseada. Cierto aprendí muchas lecciones en como no llegar a la meta, pero fue doloroso. Un poco de guía me hubiese ayudado mucho, claro si la hubiese escuchado y la hubiese puesto en acción.


Me gustaría poder informarte que solo cometí el mismo error o errores una vez o dos, pero no es así, me tomo un buen rato aprenderlos y es más todavía lo estoy haciendo.


A veces se me olvida reconocer que tengo ignorancia en el tema, pero con tanto recurso disponible en la actualidad no tengo la excusa de no poder encontrar información y como cristiana tengo al Espíritu Santo guiándome.


Si no me olvido de orar las cosas se ponen más fáciles. En la oración le pido a Dios: sabiduria, claridad, fuerza para actuar y otras bendiciones. Pero creo que a veces aun ahora me olvido de orar, escuchar y actuar. En ese orden.


Si actúo en independencia de Dios y en rebeldía tengo menos posibilidades de éxito, pero esa es la lucha: reconocer a Cristo como señor a cada momento y pedir sabiduria y guia sin temor a que no nos guste la respuesta.

Dios continue bendiciendoles Shalom!!!

YO VALGO MUCHO AUN QUE NO LO CREEAS????



En una breve conversación, un hombre le pregunta a una mujer lo siguiente:



“¿Qué tipo de hombre estás buscando?”



Ella se quedó un momento callada antes de verlo a los ojos le dijo: “¿En verdad quieres saber?”



Él respondió: “Sí”



Ella empezó a decir, “Siendo mujer en esta época, estoy en una posición de pedirle a un hombre lo que yo sola no puedo hacer por mí. Yo pago todas mis facturas, yo me encargo de mi casa, yo voy al súper, yo hago las compras y todo sin la ayuda de un hombre. Yo estoy en la posición de preguntar, ¿qué es lo que tú puedes aportar en mi vida?”



El hombre se le quedó viendo. Él claramente pensó que ella se estaba refiriendo al dinero. Ella rápidamente sabiendo lo que él estaba pensando dijo:



“No me estoy refiriendo al dinero. Yo necesito algo más. Yo necesito un hombre que luche por la perfección en todos los aspectos de la vida”.



Él cruzó los brazos se recargo en la silla y mirándola le pidió que le explicara. Ella dijo: “Yo busco a alguien que luche por la perfección mental, porque yo necesito a alguien con quien conversar y que me estimule mentalmente. Yo no necesito a alguien mentalmente simple.”



“Yo estoy buscando a alguien que luche por la perfección espiritual, porque yo necesito a alguien con quien compartir mi fe en Dios. Yo necesito a alguien suficientemente sensible para que me comprenda por lo que yo paso en la vida como mujer, pero suficientemente fuerte para darme ánimos y no dejarme decaer.”



“Yo estoy buscando a alguien que pueda respetar. Para poder ser sumisa, yo debo respetarlo. Yo no puedo ser sumisa con un hombre que no pueda arreglar él mismo sus problemas. Yo no tengo ningún problema con el ser sumisa (simplemente él tiene que merecerlo)



Dios hizo a la mujer para ayudar al hombre. Yo no puedo ayudar a un hombre que no se puede ayudar a sí mismo.”



Cuando terminó lo vio a los ojos y él se veía muy confundido y con interrogantes. Él le dijo “Estás pidiendo mucho”



Ella le contestó… “Yo valgo mucho".

Jamàs olvides el gran valor que tenemos las amo mucho en el amor de Cristo.