Someteos a Dios.

 1 Jn 2:14 Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno.

 De acuerdo a Juan, los nuevos cristianos son como niños cuyos pecados han sido perdonados y quienes han entrado al conocimiento de Dios. Los santos maduros son como ancianos que tienen un profundo conocimiento de Dios. En medio de éstos están los jóvenes, cristianos en crecimiento cuya característica principal es que han vencido al maligno. Con razón no tenemos muchos santos maduros en el mundo occidental. Apenas reconocemos que existe el maligno, mucho menos lo hemos vencido.

 Hasta que hayas vencido al maligno, tendrás paz mental. Si estás intentando tratar con pensamientos engañosos al tratar de rechazarlos, serás como la persona que flota en medio del océano cuyo propósito de vida es mantener 12 barriles que están flotando cerca, sumergidos con un pequeño martillo. Reconoce la presencia de los barriles, pero los ignora y nada a la orilla. No presta atención a espíritus engañadores.

 Toda la intención de la Escritura nos dirige a escoger la verdad. Disipamos las tinieblas al encender la luz. Si estás plagado con pensamientos tentadores, trae tu asunto ante Dios y busca resolver lo que te está manteniendo de tener comunión perfecta con Él. El diablo no es el asunto principal, sólo está tomando ventaja del hecho que tu relación con Dios ha sido rota. Santiago 4:7 tiene las prioridades correctas: someteos a Dios, resistid al diablo y huirá de vosotros. El primer punto es someterse a  Dios.

 Satanás sabe que si puede mantener tu mente distraída, no tendrás mucha vida de oración con Dios. La oración es el vínculo vital para la guía de Dios. Si vamos a caminar con Dios a través de la oscuridad, debemos tener la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento y guarda nuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús (Filip 4:7) Dios les bendiga.